Por Ramón
Fernandez-Cid Castaño
Uno de ellos, que
releo de vez en cuando,además del Hagakure, es el Budoshoshinshu o primer libro del
guerrero, escrito por Daidoji Yuzan,discípulo de Yamaga Soko el sabio Neo
Confucianista y máximo influyente en los pensamientos que conformaron en el
Código de Busido .
El Clan Daidoji
procede de un antiguo linaje que se remonta al Siglo XII y al poderoso Clan de
los Taira,aunque el nombre familiar provenga de cuando Ise Taro tomó el nombre
del Templo Daidoji, cercano a su residencia en 1471. En 1604 el Clan fue asignado
a Matsudaira Tadateru, Sexto hijo del Shogun Ieyasu Tokugawa y tanto el padre
como el abuelo de Yuzan sirvieron bajo tal Señor. Pero,avatares de la vida, en
1615 Tadateru fallo al enviar sus tropas a tiempo para asistir a su padre en el
sitio del Castillo de Osaka,por ello fue depuesto y el Clan Daidoji se
convirtieron en ronin. Asi es que Daidoji Yuzan nació en medio del problema y de
los malos tiempos.Viajó a Edo para estudiar ciencia militar en la Escuela de
Obata Kagenori y Hojo Ujinaga,dos de los mejores tácticos militares de aquel
periodo de 1658 a 1672.
Yuzan viajó y
enseñó por todo Japon, especialmente con los Clanes Asano y Matsudaira. Murió
con 92 años de edad y escribió su Budoshoshinshu para la instrucción de los
jóvenes Samurais.
La lectura de tal
libro, así como los Dialogos en el sueño de Muso, el Kojiki,el Sermon sobre el
Zen de Katsugen y varios mas, me ha ido formando en varias ideas que, con el
tiempo, y puestas al dia en espacio y tiempo actuales, me han ayudado en gran
medida a superar una época muy difícil de mi vida en la que he sentido la
muerte muy cerca.
De hecho, uno tiene
que aceptar que, con las goteras que pueblan mi tejado, no va a estar demasiado
tiempo en ella. Así es que como dice Yuzan mas abajo, uno debe tener a la muerte
siempre presente para poder disfrutar de la vida, del tiempo que se nos ha
dado, sea este el que sea.
Hacer la vida PLENA, pensando constantemente EN
LA MUERTE
Capitulo del BUDOSHOSHINSHU por Daidoji Yuzan
El
hombre que va a convertirse en un guerrero considera que su intención más
básica para mantener la muerte siempre presente, día y noche, desde el momento
en que coge sus palillos para disfrutar de su primera comida de la mañana en el día de
Año Nuevo hasta la última noche del último día del año. Cuando mantiene
constantemente la muerte en la mente, tanto la lealtad como la piedad filial se
realizan, se evitan males innumerables y se evitan, también, los desastres. Uno
se conserva sin enfermedades ni accidentes,
y vive además una larga vida. E incluso, su carácter se reafirma ya que son muchos los beneficios de su acto.
Teniendo
en cuenta esto, generalmente vemos la
vida humana como bastante fugaz, como el rocío de la noche o la escarcha
de la mañana.
Y
aquí hay algo particularmente peligroso: cuando un hombre con la vida de un
guerrero tiene la idea de que va a ser capaz de vivir muchos años
haciendo exactamente lo que le gusta, puede llegar a sentir que tiene
muchos años por delante para servir a su señor y asistir a sus padres.
Por
lo tanto, cuando se produce algún evento, se resentirá su deber y su devoción, teniendo presente que un hombre puede estar vivo hoy, pero no mañana, uno será
consciente de que hoy puede ser su última oportunidad para servir a su señor y
asistir a sus padres. Por ello, cuando recibe
órdenes ante su señor o va en busca de
sus padres con el pensamiento de que puede ser la última vez que lo haga, su
preocupación por ellos será sincera. De acuerdo con esto se dice que uno cumple tanto la lealtad como
la piedad filial.
Por
otra parte, una mente que es negligente y olvidadiza de la muerte engendrará
una falta de prudencia. Se iniciaran argumentos sobre el discurso insensible, y
estallaran controversias relativas a las cosas que se podrían haber terminado
simplemente ignorándolas.
Cuando
caminamos por los alrededores, sin reservas, en la niebla de multitudes, en
inútil vista del templo en viajes turísticos,
chocando con tontos y extraños y metiéndose en peleas inesperadas uno puede
perder su vida y arrastrar el nombre y
el honor de su señor por el fango, y traer problemas a su familia. Todos estos
desastres ocurren por la negligencia de no mantener la muerte siempre presente.
Cuando uno tiene la muerte constantemente en la mente, por ser de rango
guerrero, va a entender la importancia del significado de las palabras, tanto
para hacer frente a los demás como para responder a lo que otros le han
planteado. No mantendrá ningún argumento irracional debido a esto y por
supuesto, no va a ir a lugares innecesarios, incluso aunque haya sido invitado.
Por ello no se va a encontrar con cualquier problema inesperado. Por esta
razón se dice que uno puede evitar males innumerables y desastres.
No
importa tanto si es de alto o bajo rango, si un hombre se olvida de la muerte.
Constantemente comerá y beberá en demasía, se involucrará en la lascivia y toda
clase de actividades insalubres, y traerá el desastre a sus vísceras y una
inesperada y prematura muerte. Incluso si continúa vivo, él al final, se
convertirá en un inválido. Cuando un
hombre tiene la muerte constantemente en la mente, a pesar de que puede ser joven
y saludable, si él conscientemente se preocupa por preservar su salud, come y
bebe con moderación, y se entrena para mantener las cuestiones sexuales a una distancia prudente, su cuerpo
permanecerá sano. Y es exactamente por esta razón que se dice que va a vivir
una larga vida sin enfermedad o incidente.
Por otra parte, cuando un hombre ve a
la muerte como algo lejano y siente que su estancia en este mundo será muy
larga, será acosado por diversas ambiciones y la avaricia. Codiciar las
posesiones de los demás y tener demasiado apego a las propias, le hará
desarrollar la disposición de un comerciante o granjero, no la de un guerrero.
Cuando la muerte es tenida siempre en cuenta y este mundo se ve en su
trivialidad, la codicia en el corazón propio se debilitará como una cuestión de
rutina, y los ánimos miserables de la avaricia y el egoísmo no se entrometerán tanto. Por esta razón se dice
que incluso el propio carácter mejorará.
Uno siempre debe mantener a la muerte
en la mente.
Había un monje, Shinkai, mencionado en el
Tsurezuregusa de Yoshida Kenko, que constantemente se encogía y esperaba
pensando en su última hora las 24 horas del día. Ahora aunque la austeridad de la
muerte mantenida en la mente de un
monje, no está de acuerdo con la intención básica de la disciplina desde el
enfoque de la muerte de un guerrero. Acercarse a la muerte de tal manera no
sería de ninguna manera bueno, porque uno podría abandonar el camino de la
lealtad a su señor y la piedad filial hacia sus padres, y perdería su vocación
como guerrero.
Día y noche sin faltar ya que uno
está involucrado en todos sus negocios tanto públicos como privados, cuando
hay un momento en el corazón para estar tranquilo, la muerte se debe mantener
en mente. Esta es la cuestión.
La Tradición cuenta que Kusunoki
Masashige instruyó a su hijo, Masatsura, con las siguientes palabras:
"Constantemente has de aprender sobre la muerte".
Estas palabras son para la comprensión
de quienes tengan la intención de ser guerreros.
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